– En un edificio público, un grupo de ciudadanos espera pacientemente, algunos sentados en el piso, mientras otros se apoyan contra las paredes o dialogan de pie. En la escena se destaca un ciudadano en silla de ruedas avanzando por los pasillos vacíos, mientras las instalaciones, que alguna vez estuvieron llenas de vida y actividad, ahora carecen de mobiliario y recursos básicos. Esta es la realidad que enfrenta Matlapa tras el cambio de administración.
Según declaraciones de los presentes, la pasada administración municipal retiró prácticamente todo el mobiliario, dejando apenas unas cuantas sillas y bancos. Esta situación ha generado indignación entre los ciudadanos, quienes se ven obligados a adaptarse a las carencias que, aseguran, afectan gravemente la calidad de los servicios que reciben. “Estamos sentados en el piso porque no hay suficientes sillas. La pasada administración se llevó todo”, comenta un hombre visiblemente molesto, quien prefiere no dar su nombre por temor a represalias.
El despojo del mobiliario no solo afecta la comodidad de los ciudadanos que acuden diariamente a resolver trámites y servicios, sino que también refleja el desinterés de la administración saliente por mantener la infraestructura básica para el funcionamiento adecuado de los servicios públicos.
La imagen de personas esperando en un espacio vacío es un fuerte recordatorio de la importancia de la gestión responsable de los recursos públicos, y de cómo las decisiones políticas pueden tener un impacto directo y tangible en la vida de los ciudadanos. Mientras tanto, quienes dependen de estos servicios esperan que la nueva administración tome medidas inmediatas para restablecer las condiciones adecuadas en los edificios municipales.
A pesar de las dificultades, la comunidad permanece resiliente. Los ciudadanos confían en que, con el tiempo, se recuperarán los recursos perdidos y que los espacios públicos volverán a ser funcionales y dignos de la población que los utiliza.