Somos víctimas de nuestro éxito: Samuel García

El gobernador Samuel García aseguró este domingo que el estado es “víctima de nuestro propio éxito”, al señalar el crecimiento económico y las oportunidades laborales existentes, como parte de los factores que influyeron en la crisis del agua.

“Somos víctimas de nuestro éxito: como hay empleo, hay trabajo, cada vez llega más gente, más la natalidad propia de los neoloneses. Estamos creciendo mucho y llevamos décadas de gobiernos que no vieron a futuro, que no planearon y que no tenían una proyección hídrica”, declaró.

García Sepúlveda recordó que la semana pasada el gobierno federal emitió un acuerdo de carácter general por la emergencia de sequía severa.

“Siete de cada 10 municipios de México, imagínense, son 2 mil 550 municipios, el 70 por ciento no tiene capacidad de llevar agua potable. Según hay ciudades en sequía extrema, Mexicali, Ensenada, Hermosillo, Guaymas, Nogales, San Luis del Río Colorado y en Nuevo León prácticamente la mitad de los municipios en sequía excepcional otros en extrema”.

El mandatario dijo que “la naturaleza nos está cobrando factura” ante el crecimiento desenfrenado de la población, un desarrollo urbano desordenado y un desequilibrio entre la población, el sector agrícola, industrial y otras fuentes de consumo.

“Estamos pagando todo el abuso que por décadas y siglos hicimos”, advirtió.

Por lo que exhortó a los neoloneses y a todos los sectores a cambiar las prácticas de consumo, donde se priorice el cuidado de los ecosistemas.

“Debemos proteger nuestros ríos, nuestros bosques, nuestros arroyos, áreas naturales protegidas, mantos freáticos, presas. Hoy cuidar el medio ambiente es de vida o muerte”, sentenció.

También pidió a la población dejar atrás el pensamiento de consumir los recursos naturales sin contemplar el futuro, pues afirmó que “ya no se trata de qué vamos a hacer y qué vamos a dejar a las futuras generaciones”, porque ahora hay que cuestionarse qué haremos para poder vivir hoy.

Finalmente, reiteró que la solución al problema no es invertir más dinero ni más ductos, sino cuidar el agua y el medio ambiente.